Antes lo dirigía la doctora Fanny Pollarolo; hoy asumió la ex fiscal de la Fiscalía Centro Norte Pilar Iribarra, con mandato de modernizar todo el sistema y corregir las deficiencias detectadas, según la nueva autoridad.
Uno de los cambios más profundos al Servicio Nacional de Menores (Sename), que involucró la remoción de varios directivos y la implementación de un nuevo sistema, introdujo su director Francisco Estrada en lo relacionado con justicia juvenil.
Se trata de la reestructuración del antiguo Departamento de Derechos y Responsabilidad Juvenil que hasta hace algunos meses dirigió la médico socialista Fanny Pollarolo y que estaba encargado de asumir las nuevas directrices contenidas en la ley de Responsabilidad Penal Adolescente (RPA).
Junto con el cambio de nombre -ahora se llama Departamento de Justicia Juvenil- reclutó como directora a la ex fiscal adjunto de la Fiscalía Centro Norte Pilar Iribarra.
Y como subdirector nombró al psicólogo Rodrigo Reyes, quien cumpliera tareas en el área de protección de niños del Hogar de Cristo.
Según explicó Estrada, la idea es cambiar totalmente el enfoque del departamento, modernizarlo y orientarlo al cumplimiento de los objetivos señalados en la RPA.
Las tareas que tendrá este equipo es diseñar un sistema de monitoreo de áreas que organice información diaria de todo lo que sucede en los centros del país, lo que no sucedía, explicó.
Ello debe generar análisis en cada región, que permita articular debates o diálogos entre las distintas autoridades sobre lo que sucede en cada una de ellas.
"Por ejemplo, la alta tasa de internación provisoria en La Araucanía, que no es una región poblacionalmente muy grande, ni siquiera en los sectores juveniles. Pero la región de al lado, Bíobio, tiene el doble de infractores juveniles. Sin embargo, este fin de semana (10 y 11 de julio) había 92 jóvenes privados de libertad en toda la región (del Bíobio), mientras que La Araucanía tenía 125", citó Estrada.
Esta cifra demanda que sea informada a todos los sectores con el fin de buscar las causas que originan este fenómeno, añadió el director del Sename.
Otra tarea que deberá afrontar el nuevo departamento es lo que sucede con los menores que reingresan al sistema.
Hasta ahora, no hay información que permita hacer un seguimiento a estas reincidencias.
La propuesta es elaborar informes cuatrimestrales y mostrarlos en la página web, con el fin de que los actores regionales sepan lo que sucede en el país. "Es necesario saber si retrocedimos o avanzamos con cifras reales y no con 'tincómetro'", dijo.
Control y reinserción son los dos desafíos que plantea la RPA, y el mandato es avanzar hacia ese objetivo, según Estrada.
"Hoy el 100% de los jóvenes están internados por delitos graves; cambió el perfil de los menores que había en los centros. Por ello hay que tener muy claro el tema de los controles", dijo.
Hoy existe hay un alto incumplimiento de penas de adolescentes infractores que no se informa a los tribunales. Eso va a cambiar, afirma el director.
Y en reinserción, deberán establecer herramientas de diagnóstico, de control de los procesos y de seguimiento al término de la intervención para verificar sus resultados.
Las críticas al antiguo sistema de intervención"Les faltaba una mirada más técnica", "quienes eran vistos como 'expertos' en materia juvenil, venían del sistema antigüo, del sistema de discernimiento". Las críticas de Estrada apuntan a los ex funcionarios que debieron abandonar el servicio. Según indica, no hubo una adecuación a las exigencias que impuso la ley de Responsabilidad Penal Adolescente ni tampoco hubo intentos por preparar a los funcionarios.
Los jueces recibían planes de intervención escritos en un lenguaje que hacía incomprensible lo que estaba pasando con los adolescentes con problemas.
Tampoco hubo preocupación por los jóvenes que cumplieron su condena. "No es posible que alguien haya estado tres años preso y no tuviera ningún acompañamiento cuando regresó al mundo libre", explicó. Eso va a cambiar, según Francisco Estrada.
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