jueves, 9 de diciembre de 2010

Materiales para el análisis de una tragedia previsible

La tarea de quienes nos hemos dedicado a pensar y trabajar sobre la situación carcelaria debe ser ofrecer recursos para ir más allá de la polémica del día, del escándalo o la lamentable crisis. En ese entendido, ofrezco el siguiente listado de recursos:

A los textos clásicos y fundamentales de Foucault, Goffman, y Wacquant es preciso añadir:

Sobre la Historia de la Cárcel en Chile, en memoriachilena.cl es posible acceder a los siguientes textos claves:

- CISTERNAS, Jaime, Historia de la cárcel Penitenciaría de Santiago: 1847-1887, Tesis (Licenciatura en Historia), Pontificia Universidad Católica de Chile, 1997.

- FERNANDEZ LABBE, Marco Antonio, Prisión común, imaginario social e identidad: Chile, 1870-1920, Ed. Andrés Bello, Ediciones de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, Santiago, Chile, 2003

- LEON LEON, Marco, Encierro y corrección: la configuración de un sistema de prisiones en Chile 1800-1911, Universidad Central de Chile, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, 2003 (Santiago: Centro de Documentos Xerox de la Universidad Central) 3 v. (1019 p.)

- CENTRO DE DERECHOS HUMANOS DE LA  FACULTAD DE DERECHO DE  UNIVERSIDAD DIEGO PORTALES, Informe Anual de Derechos Humanos.

- El Cuarto Oscuro, mi columna de hoy en El Post.

No hay, por cierto, recetas ni atajos pero sí existe entre nosotros una hoja de ruta, clara y precisa, concordada por la comunidad de expertos y que requiere aumentar la prioridad de recursos y acelerar los tiempos. Las Recomendaciones para una Nueva Política Penitenciaria del Consejo para la Reforma Penitenciaria constituyen el imprescindible recurso sobre el que debe construirse el nunca más carcelario.
Una tarea de estos días será visibilizar este documento y convertirlo en la piedra angular de cualquier anuncio oficial.
Destacaría dentro del completo reporte lo referido al “Servicio Nacional de Reinserción Social” el que debería encargarse de la supervisión de medidas alternativas y programas de reinserción. Su lógica es que la persona cuente “desde el primer contacto con el sistema de justicia, con un oficial o delegado a cargo, que tenga base local o comunitaria y sea el responsable de representar las necesidades del infractor y de influir en las decisiones que se tomen en cada etapa del cumplimiento de las sanciones penales. La idea es que se instale un proceso de manejo de caso, donde los encargados puedan evaluar, derivar y supervisar, mediante un ciclo que permita establecer el riesgo en cada área, determinar las intervenciones y los actores involucrados y evaluar el cumplimiento de los objetivos.”

Recomendaciones para una Nueva Política Penitenciaria                                                                                                                           


Y para hacer memoria:
Informe de Comisión Investigadora 1992 problemas carcelarios

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