domingo, 10 de agosto de 2008

Jean Pierre Matus sobre Juan Bustos

Jean Pierre Matus, destacado profesor de derecho penal, envió por mail estas cálidas palabras sobre su relación con Juan:

"Con profundo pesar debo informar a todos Uds. que, justo en momentos que se terminaba de editar el nº5, 2008. de nuestra Revista, el Prof. Dr. Juan Bustos Ramírez, miembro de nuestro Comité Editorial, ha fallecido.


Hace casi ya 20 años conocí a Juan Bustos cuando organizaba un Seminario de Derecho Penal en la Universidad Católica de Chile. Don Juan, quien ostentaba en esa fecha una Cátedra de Derecho Penal en la Universidad Autónoma de Barcelona y estaba preparando su regreso a Chile después de casi dos décadas de exilio, aceptó gustoso la invitación que un par de estudiantes le hicimos, nos permitió usar su nombre como "gancho" para entusiasmar a otros panelistas y participó activamente en las discusiones y demás actividades que se organizaron. Desde ese momento, nos apoyó en nuestra formación académica sin ningún otro interés que el de ayudarnos. Facilitó mi ingreso a los Estudios de Doctorado en la Universidad donde era Catedrático, me contactó con el Prof. Tiedemann en Friburgo para hacer la "obligada" estadía en Alemania a visitar sus bibliotecas, y hasta nos permitió arrendar su departamento en Barcelona los primeros años de nuestra vida en el extranjero. Luego, con su instalación definitiva en Chile y su ingreso a la vida política, nuestros contactos se hicieron cada vez más esporádicos. Pero siempre que fue necesario, se dió el tiempo de participar en las actividades académicas a que lo invitábamos y siguió dándome su apoyo personal, al punto que, como ex-becario de la Fundación Alexander von Humboldt y, a pesar de sus múltiples obligaciones como Diputado, escribió para mí el correspondiente dictamen que me permitió volver a Alemania hasta hace menos de un mes.


Allí pude comprobar nuevamente que su valía como penalista lo situaba entre los más, sino el más, importante dogmático chileno de la actualidad, a pesar de los ya largos años transcurridos desde su defintiva instalación en Chile y su ingreso al Parlamento, lo que necesariamente redujo el tiempo que disponía para escribir textos científicos. Sin embargo, permanece en la memoria de los cultores de la disciplina su internacionalmente reconocida traducción del "Derecho Penal Alemán" de Hans Welzel -en colaboración con otro recientemente desaparecido profesor, don Sergio Yáñez-, que hasta el día de hoy se sigue reimprimiendo; su "Derecho Penal Chileno, Parte Especial", escrito en colaboración con Sergio Politoff y Francisco Grisolía a principios de los años 1970; sus numerosos artículos sobre la materia, escritos en los años de exilio en Europa y aparecidos en el Anuario de Derecho Penal y Ciencias Penales y en las más prestigiosas revistas españolas y latinoamericanas; su propio "Manual de Derecho Penal", con un tomo dedicado a la Parte Especial y otro la la General, escrito en España y sobre el derecho penal español, que llegó a tener varias ediciones y que hoy en día es continuado por otro chileno a quien don Juan formó y ayudó generosamente en su carrera académica, Hernán Hormazábal M., hoy Catedrático en Girona (España). Pero su actividad formadora como Catedrático no se limitaba a apoyar a los chilenos que se lo solicitaban, como Mª Inés Horvitz y Héctor Hernández, entre los que conozco personalmente y hoy destacan en la actividad nacional; sino también a otros colegas latinoamericanos, como Julio Mazuelos del Perú; Alejandro Slokar, de Argentina; Odone Sanguine, de Brasil, por nombrar únicamente a quienes compartieron conmigo en Barcelona; y a destacados profesores españoles, como Celia Suay, José Cid y la recientemente habilitada Catedrática Elena Larrauri.


Don Juan nos mostró a todos con su rigor científico, sus extraordinarias publicaciones y su capacidad para aprender y desarrollar ideas originales, cuál era el verdadero camino de la vida académica. Y aunque estemos muy distantes de las metas que él alcanzó, muchos le debemos el habernos inciado en este camino, y todos, el orgullo que se siente cuando se escucha hablar entre los principales penalistas del mundo sobre las ideas de un compatriota, que ya no son parte del "derecho penal chileno", sino patrimonio de la ciencia penal internacional."

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