martes, 8 de septiembre de 2009

Argentina: Confinan a chicos en neuropsiquiátricos


"Como el Gobierno de la Ciudad no tiene vacantes en centros terapéuticos equipados para brindarles una debida atención a los niños en estado de vulnerabilidad social, los menores son alojados en institutos psiquiátricos. Ocho jóvenes tienen el alta médica indicada por los profesionales, pero siguen internados en los hospitales porteños Doctora Carolina Tobar García y Hospital de Emergencias Psiquiátricas Torcuato de Alvear. El Ministerio Público Tutelar denunció esta situación de emergencia como “la psiquiatrización de los pobres”.

El titular de la Asesoría Tutelar de Primera Instancia Nº 2, Juan Carlos Toselli, y la asesora general tutelar del Ministerio Público del Poder Judicial de Buenos Aires, Laura Cristina Musa, presentaron en conjunto un recurso de amparo contra el gobierno porteño. “Cuando un chico recibe el alta médica es una obligación del Estado brindarle un dispositivo que los incorpore a una casa de medio camino o un centro terapéutico con la debida supervisión médica en el lapso de 72 horas. Es inadmisible que por el solo hecho de ser pobres estos chicos queden confinados en un psiquiátrico. El amparo lo presentamos porque no hemos podido tener soluciones concretas; seguir esperando a las áreas de Infancia es una suerte de complicidad y atenta contra la salud de los niños”, dijo Musa a Crítica de la Argentina.

“Todos estos jóvenes permanecen internados sin posibilidades de externación por falta de acceso a una política pública adecuada a sus necesidades, ello en virtud de la inacción del Gobierno de la Ciudad, quien hasta la fecha no ha cumplido”, dice el amparo.

Uno de los casos detallados en el escrito presentado ayer es la historia de una nena de 13 años que está “institucionalizada” desde los dos. Toda su vida padeció el traslado a diferentes instituciones. La chica no tiene contacto con su madre y fue separada de sus dos hermanas y de su hermano. La nena estuvo con sus hermanos hasta enero de 2008, cuando la Fundación Ananke, donde residían, fue cerrada por problemas económicos. Allí la menor estaba integrada. “Se la veía contenta, adaptada, con buena vinculación con sus hermanos y con los que acompañaban dicha vinculación, cursando sexto grado de la escuela a la que asistía, interesada en generar cambios positivos en la escuela”. Tras el cierre de Ananke, la nena estaba sin tratamiento psicológico. La menor fue derivaba al Hospital Tobar García. Registró un marcado retroceso y deterioro tanto físico como psíquico. En el informe de enero de 2008 consta que la nena dijo: “Yo tenía construido un castillo de cartas y vino alguien y me sacó las de abajo”. En otro informe, de agosto de 2008, se detalla que pesaba 100 kg y tenía dificultad para respirar.

La última internación en el Tobar García es del 29 de abril de 2009. La nena cuenta con el alta médica desde de junio, pero sin posibilidades de externación debido a la falta de recursos para atenderla por parte del Gobierno de la Ciudad. El amparo también revela que “la permanencia de la joven en el hospital psiquiátrico deviene inadecuada y hasta perjudicial para su salud mental al tiempo que ha debilitado todos sus vínculos sociales y familiares, obstaculizando por completo la vinculación con sus hermanos, negándole la posibilidad de rehabilitación, educación, convivencia familiar y esparcimiento en un lugar acorde a sus necesidades y conculcando todos los derechos reconocidos por nuestro ordenamiento interno y por el derecho internacional de los derechos humanos”.

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