"Existe una creencia generalizada de que ‘los niños en conflicto con la ley’ no constituyen un tema de prioridad mayor para gran parte de los gobiernos. Se han dedicado muchos esfuerzos a colocar este tema en un lugar de preferencia en las agendas nacionales e internacionales. Desde muchos puntos de vista, estos esfuerzos con toda probabilidad se han basado en un malentendido: el tema ya estaba firmemente allí, al menos como prioridad nacional.
El problema es que se lo ha abordado en términos de ‘luchar contra la delincuencia juvenil’ más que con el propósito de promover la ‘justicia juvenil’.
El ámbito de la justicia juvenil es uno de aquéllos en los que la opinión pública (o, con más exactitud, en la mayoría de los casos, la opinión transmitida con más poder por los medios de comunicación) es un factor muy importante, especialmente (aunque no únicamente) en los países industrializados. Los temas medioambientales son otro tema de este tipo. La diferencia entre las dos categorías reside por supuesto en el hecho de que, mientras que los grupos medioambientalistas solicitan a los gobiernos que estén a la altura de las normas internacionales sobre protección medioambiental y las mejoren, la voz que se escucha con más fuerza en los temas que se refieren a la justicia juvenil proviene de los sectores que están activamente decididos a conseguir (y, sin merecerlo, a menudo lo consiguen) que los gobiernos (y la judicatura) violen derechos humanos que han sido reconocidos internacionalmente.
Existen muchas razones para creer que los intentos de mejorar el cumplimiento de las normas internacionales en dichos países tendrán éxito si conseguirán unir sus esfuerzos para cambiar la posición del sentimiento popular. Desde una perspectiva realista, esto no ocurrirá simplemente a través de una propaganda bienintencionada.
Será necesario un empuje múltiple apoyado en varias iniciativas dispares, aunque al mismo tiempo coherentes y coordinadas. Según el país del que se trate, se podría comenzar con una o más de las siguientes iniciativas:
1. invitar a los magistrados y jueces que se ocupan de los casos de jóvenes a visitar las instalaciones en las que están los detenidos antes y después del juicio (o exigirles que lo hagan), ya que muchos de ellos no las conocen de primera mano, con el propósito de sensibilizarlos frente a la realidad de las condiciones en las que se tiene a los jóvenes y a las cuales ellos mismos los condenan;
2. permitir a las asociaciones locales que tengan acceso a dichas instalaciones (y alentarlas a frecuentarlas), tanto con el propósito de sensibilizar a sus miembros y a la comunidad, como para que proporcionen servicios y actúen informalmente como mediadores entre los detenidos y la administración;
3. convocar reuniones periódicas de coordinación a nivel local y nacional entre los departamentos gubernamentales relacionados con el tema y las ONGs, con el propósito de discutir los problemas a la luz de las normas que deben respetarse y los objetivos que deben alcanzarse, así como para diseñar, cuando sea posible, posiciones comunes y mensajes públicos;
4. responder sistemáticamente a las propuestas, acciones y decisiones que se oponen a las normas internacionales y, en los casos en que proceda, a las leyes nacionales.
Iniciativas como éstas pueden crear un entendimiento más sólido y más amplio que sirva de base para conseguir cambios. Y como mínimo serían, en sí mismas, pasos positivos hacia la justicia juvenil.
Reuniones periódicas de coordinación
Un ejemplo de esta idea es el Foro de Justicia Juvenil de Namibia. Reúne periódicamente, tanto en la capital como en un número cada vez mayor de emplazamientos provinciales, a numerosos representantes de los Ministerios (de Juventud y Deporte, Justicia, Educación, Sanidad y Servicios Sociales, etc.), del Departamento de Prisiones, de la Policía de Namibia, de la judicatura, de las ONGs locales y de UNICEF. Permite que se traten cuestiones de políticas generales y que se planteen situaciones y problemas individuales, con la ventaja de poder obtener reacciones inmediatas e identificar los posibles obstáculos, asignando al mismo tiempo responsabilidades concretas. Se discuten las sugerencias específicas de cooperación y también los borradores de documentos, que pueden incluir propuestas legislativas y textos acerca de las políticas a seguir. La participación multidisciplinaria y mixta (del gobierno y de la sociedad civil) proporciona un marco constructivo y realista para adoptar respuestas coherentes para los temas de la justicia juvenil."
Nigel es fundador de Defence for Children International (DCI, Defensa de los Niños — Internacional), participó activamente en la redacción de la CDN como vocero coordinador de las ONG y ha llevado a cabo muchas consultorías para UNICEF sobre justicia juvenil y otras cuestiones relativas a los derechos del niño.
Este fragmento de un artículo llamado "Nada más que la justicia", está en la publicación “Justicia juvenil”, Innocenti Digest, UNICEF, 1998. Disponible en internet en: http://www.casacidn.org.ar/media_files/download/justiciajuvenil.pdf
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