Francia fijará la edad penal en trece años y no la rebajará a doce, como había propuesto una comisión en diciembre pasado y había aceptado en ese momento la ministra de Justicia, Rachida Dati, que fue desautorizada por el primer ministro, François Fillon y hubo de soportar una oleada de críticas. Dati presentó ayer la reforma de la justicia de menores, que descarta también otra idea polémica, la creación de un tribunal para menores destinado a los jóvenes delincuentes de entre 16 y 18 años.
En la actualidad, no existe un límite penal en Francia y son los jueces los que deciden caso por caso, aunque nadie puede ingresar en prisión con menos de 13 años. Este límite, pues, se mantiene, con la posibilidad de ser encarcelado por los delitos más graves. En España, la edad penal está establecida en los 14 años, igual que en Alemania e Italia, pero es menor en Holanda (12 años) y en Gran Bretaña (10 años).
RÉGIMEN ESPECIAL
La renunciaa la rebaja a 12 años va acompañada, sin embargo, de la instauración de un “régimen civil especial” aplicable a los menores de 13 años, que podrán ser interrogados por la policía en situación de “retenidos”. El nuevo Código de Justicia de los Menores establecerá también dos regímenes diferentes en materia de control judicial y de detención provisional para los menores de 13 a 16 años y de 16 a 18, edad a partir de la que se les tratará como a un adulto. Antes de abandonar el ministerio para ser candidata a las elecciones europeas, Dati defendió, durante la inauguración de un centro educativo cerrado en Sainte-Ménehould (noreste de Francia), una justicia para menores “más firme” por el aumento de la violencia juvenil, fenómeno que los sociólogos de izquierda ponen en duda. “No dejaremos a una parte de nuestra juventud anclarse en la delincuencia bajo el pretexto de que ciertos ideólogos que nunca van sobre el terreno nos prohíben actuar”, dijo.
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