miércoles, 27 de julio de 2011

Joan Petersilia. entrevistada en "Atreverse a fracasar"

"Joan Petersilia es profesora de Derecho en Stanford (uno de sus cursos es Justicia juvenil y justicia penal), ex presidenta de la Sociedad Americana de Criminología,  codirectora del Centro de Justicia Criminal de Stanford y autora de numerosas publicaciones en el ámbito de la justicia criminal. Sus intereses de investigación incluyen incluyen el diseño y reproducción de experimentos aleatorios, principalmente en establecimientos penitenciarios, y fomentar el uso del conocimiento científico en ambientes políticos.


Ud. ha estado involucrada en esfuerzos de reforma de la justicia criminal en los últimos treinta años, ¿Estos esfuerzos han sido un éxito o un fracaso?
He visto de ambos en distintos momentos. Creo que la pregunta que nos hemos estado haciendo en los últimos treinta años permanece siendo la misma: ¿es posible crear sanciones y programas en medio libre (“community-based sanctions”) que compitan filosófica y operativamente con las instituciones carcelarias.
Estuve involucrada con el movimiento de sanciones intermedias de los años 70’s y 80’s, donde estábamos muy entusiasmados con el potencial de las sanciones en medio libre como alternativas a la prisión. Pero en cierto modo, hemos perdido ese argumento en la medida que la población carcelaria se ha disparado. Ahora, como nación, nos hemos movido a mirar lo que pasa cuando alguien sale de la cárcel, el movimiento de reingreso, de reinserción de presos. Para mí, siguen siendo básicamente los mismos problemas prácticos y filosóficos, involucrando los mismos argumentos y casi exactamente las mismas personas. Vistos estos 30 años a la distancia, no creo que hayamos fallado, porque la energía y el impulso de todo el movimiento de reinserción de presos, procede en parte de nuestro moderado éxito en cambiar la conversación acerca de las cárceles en la década de 1980. Por otro lado, creo que es razonable preguntarse qué tanto hemos tenido éxito en reducir la dependencia de Estados Unidos del encarcelamiento, a pesar de nuestras buenas intenciones.

¿Por qué los esfuerzos de reforma de la justicia penal tienden a seguir un círculo donde el optimismo inicial es seguido por la desilusión y, luego, el abandono de los esfuerzos de cambio?
Hay una larga historia de promesas de más y de entregar menos de lo esperado que ha contribuido a que el péndulo oscile constantemente en las prácticas de castigo.
No hay nada en nuestra historia de más de 100 años de la reforma que diga que sabemos cómo reducir la reincidencia en más de un 15 o un 20 por ciento. Y para lograr esos resultados más bien modestos, usted tiene que hacer todo bien: tener el personal idóneo, cumplir con el programa diseñado, en el momento adecuado en la vida del infractor, y en un ambiente comunitario de apoyo. Debemos ser más honestos acerca de eso, y mi sensación es que no se ha sido más abierto acerca de eso, porque hemos asumido que no podríamos ganar el apoyo del público con resultados más bien modestos.
Yo fui algo ingenua acerca del impacto que las sanciones intermedias podrían tener sobre la confianza en la cárcel, y he llegado a ser mucho más realista acerca del éxito que podemos tener, y de cuál será el costo financiero. No es que no podamos ofrecer programas efectivos, sino que, por lo general, no hacen las bases de ejecución ni de fondos suficientemente. El campo está ensuciado de promesas incumplidas en este sentido, y estoy tratando de no cometer el mismo error en torno a programas de reinserción. En California, me he hecho el hábito de decirles a los funcionarios electos y los equipos profesionales de las cárceles que, en el corto plazo, no es posible ofrecer buenos programas y ahorrar dinero al mismo tiempo. Siento que he sido capaz de vender expectativas más modestas en California, pero no estoy seguro si funciona en otros estados. Se necesita mucha educación y de un trabajo en estrecha colaboración con los tomadores de decisiones, pero vale la pena.

¿Cuál estima Ud. el legado de la famosa declaración de Martinson del ’74 de que “nada funciona” para rehabilitar delincuentes?
Desde una perspectiva política, fue negativa, porque le quitó piso a todos los que querían ofrecer programas de rehabilitación a infractores. Pero desde una perspectiva científica, fue increíblemente positiva, porque hizo que la gente se enfocará en la evaluación y la medida del desempeño, en recopilar y analizar más rigurosamente información y en implementar experimentos aleatorios.
No creo que la ciencia de la criminología y la evaluación de la justicia criminal estarían dónde hoy están sin la negativa evaluación de Martinson sobre los programas de rehabilitación. La información ahora apoya el mantra de que “algunas cosas funcionan, para algunas personas, durante un tiempo y en algunos lugares”. No es tan pegajoso como el “nada funciona” o “todo funciona” pero es un entendimiento más cierto y más matizado de la rehabilitación y quizá se lo debemos a Martinson.
Martinson también era muy bueno en promover su trabajo. ¿Hay también allí una lección para los investigadores?
Si. Martinson era un tipo interesante. Era sólo un asistente de investigación en el proyecto original de Nueva York, pero él era un actor frustrado, tenía una personalidad muy atractiva, y eventualmente se convirtió en el rostro público del estudio, apareció en el programa “60 minutos” y realizó presentaciones en todo el país. Creo que él es la razón de que la "historia tuviera piernas" (se difundiera). Soy una firme creyente de que ninguna buena investigación puede quedarse pegada en los estantes, y que tenemos que pasar mucho tiempo traduciendo los resultados de la investigación y presentando sus implicaciones políticas ante los tomadores de decisiones. Paso mucho de mi tiempo haciendo eso y es probablemente la parte más gratificante de mi carrera.

Hablando de Martinson, ¿cual fue su reacción al estudio del 2005 del Urban Institute titulado “¿Funciona la libertad condicional?” que se respondía la pregunta de modo general negativamente?
La reacción en el terreno al estudio fue defensiva, pero comprensiblemente ya que para todos los operadores que, estado tras estado, hacen un buen trabajo, tuvieron que parar para defender los que estaba haciendo después que el estudio saliera. Sin embargo, creo que los investigadores del Urban Institute hicieron lo mejor que pudieron con la información que tuvieron para trabajar. Ellos utilizaron información nacional de la Oficina de Estadísticas de Justicia, lo que hacía realmente difícil de contestar la pregunta de si la libertad condicional funciona en un estado, en particular. Pero es la información que existe actualmente y es absolutamente la pregunta correcta a hacerse. Al igual que con Martinson, el estudio del Urban Institute y la publicidad que lo ha rodeado, ha obligado al campo a producir mejor información para contrarrestar los resultados negativos. Por ejemplo, acabo de recibir un artículo que revisa más específicamente los resultados de la libertad condicional en Nueva Jersey. Yo apoyé el estudio del Urban Institute, ya que hizo lo mejor con los datos que estaban ahí y terminó llevando la conversación en una dirección positiva.

¿Cómo ve el movimiento por la reinserción en la siguiente década más o menos?
Las condiciones sobre el terreno están cambiando. El movimiento por la reinserción se afianzó en un período con tasas de criminalidad declinando y una economía en alza. Ahora encaramos una situación distinta. Puedo imaginar que el público será menos generoso con el financiamiento, lo que trae malos presagios para la expansión de servicios de reinserción.
Por otro lado, los problemas presupuestarios que los estados están pasando pueden proporcionar un importante impulso para el cambio. Si California no hubiera enfrentado un déficit presupuestario de $ 15 mil millones, no habría modo de que hubiera sido capaz de introducir algunas de las reformas recientemente hemos considerado. Por último, me siento optimista sobre cómo el movimiento de reinserción se ha enmarcado. La atención se centra no sólo en la rehabilitación, lo cual es importante. Sino que el movimiento por la reinserción no sólo prioriza las necesidades del infractor por los servicios, sino que también da prioridad a la seguridad pública. Como tal, tiene un componente mucho más amplio política y comunitariamente. En última instancia, sin embargo, no tengo una bola de cristal. Podríamos tener otra década de mejora de los programas y políticas carcelarias, o podríamos ver el movimiento pendular de regreso a políticas más restrictivas de prisión y de libertad condicional"

Esta entrevista es parte del estupendo libro Atreverse a fracasar (Daring to fail), del Center for Court Innovation. La traducción es de mi responsabilidad y los derechos le pertenecen.al CCI

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